Según relató Tiburcio a la Oficina de los Derechos Humanos de la ANP, el viernes 19 de febrero llamó a Quijada Tacuri luego de recoger los testimonios y las evidencias documentarias que fundamentan su trabajo periodístico. En esa comunicación, el candidato expresó que no tenía porqué declarar sobre su vida privada, que la periodista tenía que revelarle la identidad de sus fuentes y que no podía dejarse llevar por chismes. Pese a que la periodista insistió en solicitarle sus descargos, Quijada solo volvió a negar la información.
Veinte minutos después de esa llamada, el candidato vuelve a comunicarse con Graciela Tiburcio para insistirle en revelar la identidad de las denunciantes. Asimismo, Víctor Quijada le expresa a la periodista que ya la ubicó en internet, que era una periodista y pensara en su futuro, y que si publicaban la investigación “me voy a ir contra usted y contra su medio".
Terminada esta nueva comunicación Quijada Tacuri llama y escribe a otro integrante del equipo de investigación del medio, quien no le atiende. Seguido, hace lo mismo con la directora del portal web, Luciana Távara, a quien le advierte: “no deben publicar, porque soy abogado”. También solicitó, nuevamente, el nombre de las denunciantes, ante lo que Távara le señaló que ese tipo de información no podían proporcionársela por la reserva que un caso como este amerita, seguido, le señaló que debía dar sus descargos puesto que la nota sería publicada al ser de interés por tratarse de un personaje que aspira a un cargo público.
En el transcurso de los días siguientes Víctor Hugo Quijada Tacuri estuvo haciendo seguimiento a las redes sociales personales de Graciela Tiburcio, además de realizar llamadas reiterativas.
El miércoles 24, en horas de la noche, por las redes sociales de Wayka.pe se anuncia una publicación más de la serie #SombrasElectorales, citando un avance de la investigación a Víctor Quijada, candidato al Congreso con el número 13 por Lima del Partido Nacionalista Peruano.
Dos horas después de esa publicación, alrededor de las 10 de la noche, el investigado llamó insistentemente a la periodista Tiburcio, quien no contestó; ante esto, Quijada le envía un mensaje de texto señalando que iba a denunciarla. Lo mismo realizó con la directora del medio, Luciana Távara, a quien llamó de manera hostigante más de diez veces seguidas y luego le envió un mensaje firmado al celular señalando “ahora sí van a ver, yo soy abogado y las voy a denunciar”.
El jueves 25, luego de publicado el informe de investigación, comenzó una campaña de desprestigio en redes sociales contra el medio al que cuestionó y calificó de poco serio.
El mismo día, en horas de la noche, Quijada Tacuri envió un correo electrónico a las periodistas adjuntando el cargo de presentación de una denuncia por difamación agravada que interponía en contra de Graciela Tiburcio, Luciana Távara y otras cuatro mujeres: tres señaladas como “supuestas agraviadas” y una como madre de otra agraviada (a pesar que el informe guardó la reserva de identidad de las víctimas la denuncia consigna nombres completos, domicilio, celular y DNI de cada una).
Dicha denuncia, presentada ante el 22 Juzgado Penal para Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, señala que Tiburcio solicitó al investigado la suma de diez mil dólares para no publicar el informe. Esto ha sido desmentido por la periodista.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú – ANP condena, una vez más, la instrumentalización de la vía judicial como estrategia de intimidación a las/los periodistas. La ANP rechaza también el hostigamiento y acoso al que ha sido sometido el equipo periodístico de Wayka.
Es inaceptable que alguien que aspira a un cargo público -en lugar de realizar los descargos que corresponden ante una seria acusación- opte por amedrentar a las responsables de la investigación y su entorno cercano. Además, el candidato tendrá que probar ante los tribunales la imputación de presunta extorsión que realiza.
Finalmente la ANP expresa su solidaridad gremial con el equipo periodístico de Wayka que ha dado categóricas muestras de probidad en los últimos años. (Imagen: Wayka)
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